Mi hermoso botón naranja

Mi hermoso botón naranja

Mi hermoso botón naranja

“Las fortalezas están en nuestras diferencias, no en nuestras similitudes” 

Stephen Covey

Si yo te pregunto… ¿qué ves?

¿Qué me dirías?

– Pues un botón, ¡Un botón!.

Es verdad, es un botón.

Y si te pregunto ¿Qué más?

– Pues… ¿Qué es naranja?

Es verdad, es un hermoso botón de color naranja.

¿Qué más?

– Pues… nada más.

¿Estás segura y seguro de no ver absolutamente nada más?

En mi “Veo, Veo” particular yo observo a Don Botón y lo encuentro rodeado de “ausencias”. Curioso es percibir con tanta claridad la no existencia. No olvidemos que, en estos mundos, las “no presencias”, tienen mayor brillo que las presencias. Un solo destello del “no” habla más de nosotras y nosotros que miles de “sí” resplandecientes.

Así que vayamos a nuestros protagonistas los ausentes. Y busquemos quienes son:

  1. Aguja. ¿Quién marcará las puntadas, una a una, para indicar el camino?
  2. Hilo. ¿Qué sentido tiene un perfecto botón anaranjado sin nada que lo una a algún lugar?
  3. Prenda. ¿Te atreverías a coserlo agarrándose a… nada?
  4. Ojal. ¿Dónde está la verdadera función de Botón y cuál es su misión?
  5. Tijera. ¿No es bueno saber cuándo parar?

Cuando trabajamos, sea donde y para quien sea, debemos esquivar nuestras “ausencias”. 

El gran Michael Jordan dijo una vez “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos” 

Botón, Aguja, Hilo, Prenda, Ojal y Tijera… ¿Ves ahora el mapa completo? 

Tú eres el botón y tienes tu misión. Te conoces y es conocido. Tienes un proyecto, un trabajo y un servicio que dar y ofrecer. Así que eres un perfecto y luminoso botón que sabes a dónde debes llegar. ¿Tu propósito?: cerrarte en el ojal.

Pero claro, da igual lo brillante y fuerte que seas. Da igual que sepas a dónde ir. Tú estás aquí y tu ojal en el lado opuesto. ¿y ahora qué?

Pues que caminando solo con tu fulgor no será suficiente. El esfuerzo puede ser titánico y el resultado nefasto. Así que necesitas más.

  1. Aguja. Necesitas que te ayuden a marcar el sendero. Sabes el objetivo pero NO LO SABES ABSOLUTAMENTE TODO. Te lo repito. NO LO SABES ABSOLUTAMENTE TODO. Necesitas trabajar en y para el equipo. Así que rodéate de personas que sepan y quieran crear el camino.
  2. Hilo. Ten claro tus metas y haz aquello que sea necesario para conseguirlas. Tu trabajo es tu tarjeta de presentación y será tu reputación dentro y fuera de la empresa.  Recuerda: Tu trabajo es el hilo invisible que te unirá de por vida la empresa.
  3. Prenda. Debes ser firme en tu compromiso con la empresa. Tú eres la empresa y esa interrelación debe ser sólida y consistente. Sé su mejor embajador.
  4. Ojal. Debes tener clara tu misión y hacia dónde debes dirigirte. No actúes dando tumbos. Recuerda que errar es humano pero equivocarse solo funciona si los errores se convierten en lecciones de vida.
  5. Tijera. Cortar por lo sano, romper cuando no funciona, tirar con los muros limitantes y volver a empezar. El valor de levantarse y caer de nuevo. Levantarse y caer de nuevo. E irás construyendo marca, negocio y empresa.

Y tu marca será tu valor.

Botón, Aguja, Hilo, Prenda, Ojal y Tijera… 

Entonces, si ahora… te pregunto ¿qué ves?

¿Ves mi hermoso botón naranja?

¿Te cuento más?

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