“Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos”.
Aristóteles
¿Cómo te hablo para que me veas?
Pues nada más y nada menos que con el Marketing Sensorial.
Siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras pero no es del todo cierto. A veces más vale una tonalidad vocal que una imagen y otras, alcanzas el éxito con un simple abrazo. Comunicarse no es necesariamente hablar. Y el Marketing Sensorial habla precisamente de esto.
Entonces, ¿Cómo te hablo para que me veas? Pues depende, y depende por supuesto de ti.
Primero debes trabajar como un verdadero analista. Observa a tu receptor, estudia sus movimientos, sus gestos y saca conclusiones. Si te busca o te rehuye, si marca distancias con respecto a los demás o por el contrario rompe su propio espacio personal. Su cuerpo será tu confidente. Después percibe su voz y escucha su lenguaje ¿qué expresiones utiliza? “dime”, “aclárame”, “házmelo”
Y ahora saca tus propias conclusiones,
¿Es una persona con lenguaje visual? Dáselo. Utiliza con él o ella expresiones como “mira” “fíjate” “¿te lo imaginas?”… y enséñale lo que necesita. Debe verlo.
¿Es una persona con lenguaje auditivo? Dáselo. Utiliza con él o ella expresiones como “escucha”, “vayamos por partes”, “¿te llama la atención?”… y explícale lo que necesita. Son oyentes perfectos.
¿Es una persona con lenguaje kinestésico? Dáselo. Utiliza con él o ella expresiones como “toca”, “aprecia”, “¿lo percibes?”… y que sienta lo que necesita. Se cercano.
Entonces, ¿Cómo te hablo para que me veas?
Sencillamente, hablando su lenguaje.
Estarás más cerca de ser visible.
Si quieres saber más sobre Marketing Sectorial, te recomiendo que sigas a Diana Gavilán, una verdadera experta en la materia.
¿Te cuento más sobre el Marketing Sensorial?
